La displasia consiste en un problema de la cabeza del fémur
la cual no queda bien abrazada por
el acetábulo de la cadera por lo que existe un desplazamiento frente a lo que
sería una posición correcta. Esto produce un constante roce debido a que no
puede realizarse bien el juego cabeza-acetábulo durante el movimiento. El
resultado es dolor (en mayor o menor grado según la gravedad) para el animal,
unido a una fuerte artrosis de la zona.
Si el grado de displasia
es pequeño, el animal podrá hacer una vida normal pero
sin realizar ejercicios bruscos. Si el grado es alto, habrá que realizar cirugía.Como casi todos los problemas de tipo hereditario la displasia depende de un gen recesivo, por lo tanto es necesario que los dos padres sean portadores del problema.
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